Cuando los maratones empezaron a hacerse populares,
algunos médicos lo identificaron como un tratamiento casi milagroso para la
cura de enfermedades cardíacas. Algunos incluso sugirieron que cualquiera que
pudiera terminar un maratón era probablemente inmune a las enfermedades
cardíacas.
El primer maratón de la ciudad de Nueva York se realizó en 1970, tuvo 127 participantes, la inscripción costaba 1 dólar y el recorrido se realizaba por las calles externas de Central Park. Actualmente este maratón convoca a más de 44.000 personas que recorren las calles de la metrópoli estadounidense.
Hasta ese momento todavía no se habían reportado casos de muertes causadas por arteriosclerosis coronaria en corredores de maratón. Por desgracia, la ciencia no siempre es tan sencilla. Rápidamente esta idea fue rápidamente desmentida por datos que mostraban que la arterosclerosis y los daños en el corazón podían provocar la muerte en sujetos sanos.
El primer maratón de la ciudad de Nueva York se realizó en 1970, tuvo 127 participantes, la inscripción costaba 1 dólar y el recorrido se realizaba por las calles externas de Central Park. Actualmente este maratón convoca a más de 44.000 personas que recorren las calles de la metrópoli estadounidense.
Hasta ese momento todavía no se habían reportado casos de muertes causadas por arteriosclerosis coronaria en corredores de maratón. Por desgracia, la ciencia no siempre es tan sencilla. Rápidamente esta idea fue rápidamente desmentida por datos que mostraban que la arterosclerosis y los daños en el corazón podían provocar la muerte en sujetos sanos.
A partir de este momento una nueva hipótesis basada en el hecho de que el exceso de ejercicio podía dañar al corazón y los vasos sanguíneos fue tomando cuerpo y numerosos médicos e investigadores pasaron a formar parte de una corriente de opinión crítica con la práctica “excesiva” de ejercicio.
Un reciente estudio titulado “Marathons in the long run not heart healthy” publicado en la revista de la asociación de medicina del estado de Missouri (The Journal of the Missouri State Medical Association) parece alimentar esta hipótesis y como otros estudios publicados anteriormente en la misma línea, resulta paradójico.
Lógicamente y ante este tipo de estudios que
cuestionan corrientes de opiniones mayoritarias se alzan muchas voces que cuestionan
la validez de los mismos, lo que indica que aún queda mucho por investigar.
Planteémonos la siguiente pregunta:
¿Quién tendría un mayor grado de obstrucción en las
arterias coronarias?
A) un grupo de hombres sedentarios y con sobrepeso.
B) un grupo de hombres con una edad avanzada, mucho
más delgados, y que llevan corriendo al menos un maratón anual durante los
últimos 25 años.
Parece obvio pensar que la inmensa mayoría escogería la respuesta A. Pues bien, esta respuesta sería errónea, al menos esa es la conclusión a la que llegan los autores de esta investigación donde se ha estudiado a 50 hombres (promedio 59 años de edad) que han corrido al menos un maratón al año durante 25 años frente a un grupo control sedentario (promedio 55 años).
Los maratonianos mostraban significativamente un menor peso, índice de masa corporal, hipertensión, lípidos, diabetes, y frecuencia cardíaca en reposo. De hecho, ninguno de los 50 corredores de maratón tenía diabetes mientras que un 17% de los hombres sedentarios eran diabéticos. Los corredores de maratón también presentaban niveles significativamente más altos de colesterol HDL (colesterol "bueno").
Sorprendentemente los corredores de maratón masculinos
mostraron un aumento del volumen de la placa aterosclerótica, volumen de la
placa calcificada, y volumen de la placa no calcificada.
Un aumento de la placa no calcificada puede resultar particularmente problemático, ya que este es el tipo de depósito de colesterol más blando que puede llegar a ser desalojado de la pared de la arteria y causar un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Los investigadores han utilizado escáneres de calcio coronario para medir el grado de placa aterosclerótica de los sujetos. Estudios previos han demostrado que los valores de calcio altos, están relacionados con mayores tasas de mortalidad futuras, incluso entre aquellos que no tienen síntomas de enfermedades cardíacas.
Según Robert Schwartz, principal autor de este estudio
no se ha tratado de encontrar las tasas de mortalidad o longevidad, sino
realizar una valoración de la salud del corazón, es decir, cuantificar la placa
de calcio, ya que según Schwartz en la población general, el calcio
coronario es inequívocamente el mejor predictor de eventos cardiacos, pero…
¿realmente
ocurre lo mismo con los corredores de maratón?
"Nadie lo sabe. Simplemente los datos son todavía
insuficientes. Se necesitan más estudios y seguimientos para obtener una
respuesta"
Asimismo, adjunto a
continuación un párrafo de una noticia del 2012 publicada en la opinión de
pergamino (Buenos Aires, Argentina):
“…Pero no siempre todos
disfrutan en un maratón por ejemplo Claire Squire, una mujer de 30 años, murió
el domingo siguiente, tras desplomarse en los metros finales del maratón de
Londres poco antes de finalizar los 42 kilómetros de la prueba. Con ella son 10
los muertos en esta carrera desde 1981. Pese a ser atendida por los médicos, la
corredora no pudo ser reanimada y falleció por la tarde. Esto no sólo
les ocurre a los inexpertos o mal preparados, Ryan Shay, de 28 años, fue el
primer maratonista de élite mundial que murió de un ataque cardíaco mientras
corría el año pasado, al día siguiente falleció Matthew Hardy, de 50 años,
luego de finalizar el maratón de New York en 4h. 48m. siendo esa su 38 maratón
de 42 kilómetros. Un mes antes en el de Chicago había muerto Chad Schieber de
35 años. Quedando claro que no hace diferencia la edad, el sexo, la preparación
o la experiencia. Es decir que aproximadamente 10 corredores han muerto el año
pasado durante o inmediatamente después de correr un maratón. Mayoritariamente,
de ataques al corazón o ACV, aunque algunos fueron por golpe de calor o
hiponatremia. Sin ir lejos, en nuestro medio a través de los años llevamos
desgraciadamente varios casos en condiciones similares".
y la noticia más reciente de la que todos hemos oído… Cameron Gallagher, de 16 años. Según
informa el diario NY Daily News, la joven se desplomó pocos
metros después de cruzar la meta de la media maratón de Virginia Beach. Cameron
había entrenado durante 9 meses con una amiga para completar la carrera de aproximadamente 21 kilómetros.
Cameron completó
la carrera en 2 horas y 19 minutos y, cuando cruzó la meta, su familia salió a
abrazarla orgullosos por el reto conseguido y sin saber las trágicas
consecuencias, ya que inmediatamente
fue trasladada a un centro hospitalario pero los médicos no pudieron hacer nada
por su vida.
Una vez que somos conscientes de estas noticias, si correr es tan
beneficioso para la salud, ¿por qué
todos los años alguien muere corriendo un maratón?
03-2014
Biolaster - The Journal of the Missouri State Medical Association - La opinión del pergamino
Biolaster -
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