Conforme
se va acercando el fin de semana vamos escuchando comentarios entre los amigos,
de nuestro padre, en los bares, en la calles,… sobre los partidos de fútbol que
se van a jugar el siguiente fin de semana y es que parece que el inicio de la
semana para muchas personas sirve para ir mentalizándose y preparándose hasta
la hora en la que llega el deseado partido, ya sea un derbi, un clásico o un
partido de nuestra selección, o en otros casos para recuperarnos de la derrota
del partido anterior.
Para
muchas de estas personas el fútbol es su vida, aunque no ganen dinero, ya que
no son ellos los que juegan, sin embargo, llega a influir en sus estados de
ánimo en función del resultado de un partido. Es indudable que el fútbol mueve
masas de población e influye en la vida de muchas personas, y es que es difícil
pasar un día sin escuchar o ver algo sobre fútbol, ya que incluso en las
noticias cuando llegan a la sección de deportes prácticamente hablan sólo de
fútbol. Esta sección debería llamarse fútbol y otros deportes, pero bueno…
Dicho esto, se nos plantea el siguiente interrogante.
¿Puede
el fútbol llegar a afectar a nuestra salud?
Para
dar respuesta a este interrogante vamos a ver un artículo de la revista “The
new england journal of medicine” que fue publicado en español en la revista
“intramed” con el título "morir de fútbol".
Este estudio tuvo lugar durante el mundial de fútbol de
Alemania desde el 9 de junio hasta el 9 de julio, en el 2006, el cual fue organizado
por la (FIFA) Fédération Internationale de Football Association y permitió evaluar
la relación entre el estrés emocional producido por el evento deportivo y la
tasa de episodios cardiovasculares.
Los datos se obtuvieron de 15 servicios de emergencia de la
zona de Bavaria y de Munich junto con servicios de rescate y vehículos con
equipamiento para emergencias cardiovasculares.
Se incorporaron aquellos pacientes tratados en
servicios de emergencia con uno de los siguientes diagnósticos:
·
Dolor precordial prolongado por infarto agudo de miocardio (IAM) con
supradesnivel ST.
·
IAM sin supradesnivel ST.
·
Angina inestable.
·
Arritmia cardíaca sintomática.
·
Paro cardíaco que obligó a maniobras de recuperación cardiopulmonar.
·
Descarga terapéutica de un cardiodesfibrilador implantado.
Se incluyeron en el estudio 4279 pacientes con episodios cardiovasculares
agudos. Seis de los 7 partidos en los cuales participó Alemania se asociaron
con un aumento en el número de emergencias cardíacas. En un partido del 9
de junio en el cual Alemania venció a Costa Rica se produjo un aumento del
número de episodios cardiovasculares en relación con el promedio del
período de días control fuera del campeonato. Este fenómeno fue más marcado aún cuando Alemania derrotó a Polonia en
un partido dramático con el gol de triunfo logrado en el último minuto.
Los siguientes partidos que fueron decisivos para Alemania
en que le ganó a Suecia y en el cual le ganó por penales a Argentina, se
asociaron con un gran aumento de episodios cardiovasculares. El día de la
semifinal en el cual Alemania perdió contra Italia, el número de episodios
cardiovasculares fue similar a los que ocurrieron el día del partido contra Argentina.
Las diferencias fueron altamente
significativas respecto de los días controles (Figura 1).
Figura 1. Distribución en porcentaje de los episodios cardiovasculares en las 2490 personas según el sexo, los días que jugó Alemania, los que no jugó y los días controles fuera de campeonato.
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Los días en que Alemania no jugó, si bien la
tasa de episodios cardiovasculares fue superior a la de los días controles, no
alcanzó una diferencia significativa.
Durante el período del campeonato mundial, la proporción de pacientes hombres fue muy superior a la de mujeres.
Durante el período del campeonato mundial, la proporción de pacientes hombres fue muy superior a la de mujeres.
Los picos de episodios cardiovasculares se dieron durante las horas previas al partido, durante las dos horas del partido y la incidencia permaneció alta durante varias horas después del final del partido.
Los autores mostraron un aumento significativo de la
tasa de episodios cardiovasculares asociada con los días en que el equipo de
fútbol alemán participó en el campeonato mundial de 2006 en una población
definida de Alemania. En
contraste, el promedio diario de episodios cardiovasculares ocurridos durante
los días en que Alemania no jugó fue bastante similar al de los días controles.
Varios estudios señalan que los mecanismos disparadores se dan con más frecuencia en los pacientes con enfermedad coronaria establecida que en los pacientes sanos, hallazgo que fue confirmado en este trabajo.
La mayoría de las emergencias cardiovasculares ocurrieron en hombres y los autores especulan con que se debería a diferencias fisiopatológicas sexo específicas, como una menor vulnerabilidad a los mecanismos disparadores y/o al menor interés que tendrían las mujeres por este deporte.
Según los autores, los procedimientos que en estas circunstancias podrían ser útiles para prevenir y reducir la tasa de episodios cardiovasculares serían:
·
Aumentar la
dosis de agentes beta bloqueantes.
·
Administrar
o aumentar la dosis de agentes antiinflamatorios como las estatinas y la
aspirina.
·
Bloqueo de
los receptores mediadores de estrés.
·
Comportamientos
que puedan neutralizar el estrés.
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