La respuesta a estos interrogantes hemos de buscarla, como siempre,
en nuestra literatura de carácter científico relacionada con este ámbito.
Respecto a este tema, ya es conocido que recientes estudios han
demostrado que agregar el entrenamiento de fuerza al entrenamiento de la
resistencia mejora tanto la capacidad aeróbica como el rendimiento de
resistencia, por lo tanto, obtendríamos un mayor rendimiento sobre la
resistencia si trabajamos ambas capacidades.
Por ello, el desarrollo de los distintos componentes de la fuerza muscular
es ahora integrado en los programas de entrenamiento de varias disciplinas de
resistencia.
Asimismo, en otro estudio publicado en la revista PubliCe Premium – 2013, con el título “Entrenamiento Concurrente de Fuerza y Resistencia dentro de la sesión
sobre el rendimiento y la capacidad aeróbica” se estudian los efectos sobre
el rendimiento en la resistencia en
función del orden de entrenamiento seguido de ambas capacidades, la fuerza
seguida de la resistencia o al revés.
En este estudio participaron 48 estudiantes de deportes
varones (con una media de edad de 21.4 años) que fueron divididos en cinco
grupos homogéneos según sus velocidades aeróbicas máximas (VVO2máx).
Cuatro grupos participaron en varios programas de entrenamiento durante 12
semanas (dos sesiones por semana) como sigue: E (n = 10): entrenamiento de la
resistencia en carrera, S (n = 9): entrenamiento en circuito de fuerza, E+S (n = 10) y S+E (n = 10) combinaron los dos
programas en un orden diferente durante la misma sesión de entrenamiento. Grupo
C (n = 9) sirvió como control.
(Las siglas significan: E=Endurance (Resistencia), S= Strength (Fuerza) y C= Control).
Todos los sujetos se evaluaron antes y después del período de entrenamiento usando cuatro tests (3 de campo y 1 de laboratorio):
- Un test de carrera de
- Un test de pista incremental para estimar el VO2máx.
- Un test de tiempo hasta el agotamiento (tlim) al 100% VO2máx.
- Un test de laboratorio de pedaleo máximo para evaluar el VO2máx.
Los programas de entrenamiento seguidos para cada capacidad fueron los siguientes:
Entrenamiento de la resistencia (E).
Esto se llevó a cabo en una pista de 200 m calibrada por marcas de referencia cada 20 m . Incluyó cinco fragmentos
sucesivos. Cada fragmento consistía de un período de ejercicio al 100% de la VO 2máx y un período
de recuperación activa al 60% de la
VO 2máx. La duración de cada período era igual a la
mitad de la duración del tlim individual.
Entrenamiento de la fuerza (S).
El programa fue dividido en cuatro períodos de tres semanas cada uno.
Durante el período 1 y 2, el objetivo fue el desarrollo de la fuerza
resistencia. Los ejercicios incluyeron movimientos segmentarios y totales de
miembros superiores, tronco y miembros inferiores (fortalecimiento abdominal,
extensión de cadera con 15 kg ,
extensores de la espalda, media sentadillas con 20 kg , flexiones de brazos
alternadas por delante con 5-10
kg , apertura de piernas adelante con 20 kg ).
En cuanto a los períodos 3 y 4, el énfasis particular fue puesto en el
desarrollo de la explosividad. La elección de los ejercicios se centró
principalmente en las cadenas musculares particularmente involucradas en la carrera
- esto es, miembros inferiores (saltos con caída desde un plinto (0.30-0.60 m ), saltos en el lugar,
saltos por encima de las barreras (0.50-0.70 m ), saltos con una pierna, rebotes con una
pierna, multi-saltos).
El intervalo semanal de la intra-sesión era de tres días. Los grupos E y S se entrenaron los lunes y jueves, y los grupos E+S y S+E se entrenaron los martes y viernes.
Tabla 1. Programa
de Entrenamiento de la Fuerza.
El entrenamiento en circuito inmediatamente después del entrenamiento de la
resistencia individualizado en la misma sesión (E+S) produjo la mayor mejora en
la prueba de tiempo de 4 km
y la capacidad aeróbica que el orden opuesto o cada uno de los programas de
entrenamiento realizados separadamente.
¿Qué nos dice este estudio?
Tras ver este estudio se llega a la conclusión de que el orden de la
intra-sesión de entrenamiento de la fuerza y de la resistencia influyó en las respuestas
adaptativas a ellos.
Por lo tanto, la mejora en el rendimiento de la resistencia y capacidad
aeróbica fue significativamente mayor cuando, en la misma sesión, el
entrenamiento de la resistencia precedió al entrenamiento de la fuerza en lugar
de al revés o si cada uno de los métodos de entrenamiento fuera realizado
separadamente, es decir, las mejoras son mayores cuando, en la misma sesión, el
entrenamiento de la resistencia se realiza primero seguido del entrenamiento de la fuerza.
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