La obesidad y el sobrepeso está considerada como la enfermedad del siglo XXI. Esto ha desembocado en que un gran número de personas deseen perder peso. El exceso de calorías ingeridas en la dieta y la falta de ejercicio son responsables del aumento progresivo del sobrepeso y la obesidad.
Un medio sencillo para valorar si existe obesidad es mediante la fórmula para calcular el índice de masa corporal, que es la siguiente: IMC = peso (kg) / talla2 (m), cuyo valor obtenido tenemos que compararlo con una tabla de referencia como la siguiente:
Normal: 20 - 24,9
Obesidad Grado I: 25-29,9
Obesidad Grado II: 30-39,9
Obesidad Grado III: > 39,9
Hay que indicar que para personas que practican culturismo no es adecuado utilizar el IMC, ya que posiblemente el resultado les saldría en algún grado de obesidad, pero obviamente no están obesos, ya que prácticamente son "todo músculo", pesando éste más que la grasa, y sin coincidir con la definición de obesidad: exceso de peso debido a una acumulación excesiva de grasa.
Las causas de la obesidad se centran especialmente en una dieta poco equilibrada, con exceso de calorías, especialmente vacías, y en el sedentarismo. En otras ocasiones, las causas son factores hormonales o genéticos, siendo su tratamiento más complejo.
De esta manera, algunas personas suelen pensar que para perder el peso que les sobra hay que realizar un ejercicio físico que produzca gran cantidad de sudor, siendo su objetivo perder la mayor cantidad posible de líquidos.
Debemos saber que "sudar es un mecanismo de nuestro organismo para regular la temperatura de nuestro cuerpo", de manera que cuando una persona está realizando ejercicio y se pone prendas de invierno en verano, fajas y plásticos, corre en las horas más calurosas, evita la ingesta de líquidos, etc., está provocando en el organismo una deshidratación en un gran nivel que podría llevarnos a marearnos, a darnos un golpe de calor e incluso en el caso más extremo podría provocarnos hasta la muerte. Y todo esto para perder más líquido, el cual debemos recuperar luego si no queremos que nuestro cuerpo se encuentre deshidratado y todos los órganos no funcionen correctamente.
Así mismo, otras personas se meten en la sauna con el objetivo de perder peso, y esto es otro error, si vamos a la sauna es para, entre otras cosas, liberar toxinas, pero el líquido que perdemos debemos recuperarlo, incluso en las saunas se recomienda entrar con una pequeña botella de agua para ir bebiendo mientras estamos dentro. Sentados en la sauna no quemamos grasa de nuestro cuerpo y por lo tanto no adelgazamos. Estaríamos perdiendo líquido y un peso momentáneo, a corto plazo, ya que cada litro de un líquido aproximadamente pesa 1kg, exactamente es así en el caso del agua, pero como ya he comentado, no es pérdida de grasa y debemos ingerir ese líquido perdido.
Por lo tanto, "sudar adelgaza" es una falsa creencia que puede llevar a alguna persona a correr un riesgo para su salud.
Finalmente, hablando de sudar, es curioso como muchas veces un amigo u otras personas nos dicen la expresión: "estás sudando como un cerdo". Esto deberíamos pensarlo bien, ya que curiosamente los cerdos no sudan al no tener glándulas sudoríparas, regulando su temperatura revolcándose en los charcos.
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